El origen de Mayo Amarillo se remonta a Brasil, donde surgió en 2014 como una respuesta a la alarmante tasa de mortalidad en las carreteras del país. Impulsada por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como por empresas del sector automotriz, la campaña rápidamente ganó reconocimiento y se extendió a nivel internacional. Pretende involucrar a diversos sectores de la sociedad, incluyendo organismos gubernamentales, empresas, asociaciones civiles y ciudadanos, para que todos juntos puedan abordar la complejidad de la seguridad vial y trabajar en soluciones efectivas.

El color amarillo fue elegido como símbolo de precaución y advertencia, recordándonos la importancia de conducir de manera prudente y respetar las normas de tráfico. Durante todo el mes de mayo, se llevan a cabo una serie de actividades educativas, campañas de concientización y eventos públicos destinados a involucrar a la comunidad en la promoción de una cultura vial más segura.

Durante este mes, se organizan una serie de actividades y campañas de concientización en cada vez más partes del mundo. Estas incluyen charlas educativas, simulacros de accidentes, talleres de seguridad vial y campañas de sensibilización en redes sociales, entre otras iniciativas. El objetivo es generar un impacto positivo en el comportamiento de los conductores y peatones, fomentando hábitos seguros y responsables en las vías.

El Movimento Maio Amarelo trascendió las fronteras de Brasil y se extendió a otros países, convirtiéndose en un momento clave para reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos en materia de seguridad vial y movilidad sostenible. Desde la mejora de la infraestructura vial hasta la implementación de políticas de transporte más seguras y sostenibles, esta iniciativa nos invita a trabajar juntos para construir un futuro donde las carreteras sean más seguras para todos.

Sin embargo, la tarea no es fácil. A pesar de los esfuerzos realizados, los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en muchos países. Es por eso que iniciativas como Maio Amarelo son más relevantes que nunca, recordándonos que la seguridad vial nos involucra a todos, pues el drama de la inseguridad vial no es ajeno a ninguno de nosotros; impacta directamente nuestras vidas y comunidades.